Un reflejo en el espejo: Palabras robadas desde adentro

¿Que hace una Mariposa por la noche? Vuela y llega al espejo de mi escencia, lee mis movimientos y expresa mis pensamientos... La Mariposa vuela por la noche y me ayuda a contar en susurros lo que encierro dentro de mi, con candados de hielo herméticos sin llave, o al menos no una posible porque las llaves de fuego que abren esas puertas están enterradas en las montañas de despedidas que te he dado...

Acá está lo que la mariposa susurró:







Anoche un amigo me dijo: "hagamos borrón y cuenta nueva de los aburrimientos" ... bueno, una de las maneras que tengo de hacerlo es escribiendo... al aire, al viento, a la nada, al tiempo, sabiendo que quizás nunca lo lea el objetivo verdadero, pero clarificando lo que quiero. Así que acá está versero... mi primer intento...

Carta a una desilución descolorida

Si algo aprendí con mi último tropiezo, fue a conocerme lo suficiente como para saber cuando una situación me está llevando al límite de mi paciencia, tolerancia, disfrute, interés y otras emociones. Hoy despierto con una sensación de aburrimiento por los semi-encuentros, que no hay mensaje, imagen o propuesta que me logren renovar las ganas de tenerte cerca.

Sé que por una razón llegué hasta este punto y no cerré las puertas hace mucho tiempo atrás, cuando comencé a sentir los primeros síntomas de la decaída, pero ahora una vocecita en el fondo de mi cuerpo dice... "ya no quiero más". Ya no quiero dar algo por nada, ya no quiero sentir que hay un desequilibrio en la balanza, ya no quiero ser quien espera una respuesta, ya no quiero perder el tiempo con una promesa mientras mis amigos se van de fiesta.

Precisamente este fue uno entre varios de los acontecimientos que me hicieron tomar decisiones tiempo atrás y, si pude hacerlo con quienes estaban en mi corazón con fuerza, sé que no tengo problema en no dejar que crezca algo sin sentido por más tiempo del que ya he invertido.

Hoy te saqué del cuerpo, de las ganas, de la piel, de los sueños. Hoy te digo adiós siendo sincera y yendo de frente... si no hay una demostración más coherente, mejor ni te molestés en volver a aparecerte, pues el aburrimiento me inunda la mente en este momento y no quiero ser más parte del juego.

Te dejo un beso, sólo porque quiero, porque no fue de mi parte que se murió el deseo, no fui yo quien acabó con las ganas de jugar sin dramas novelezcos, no fui yo quien decidió tampoco retomar la iniciativa de vernos, pero sí soy quien corta con los desteñidos encuentros pasajeros.