Viaje a los rincones de una mente. El comienzo.

Volvio a ese lugar. Esta vez estaba oscuro pero sabía que era el mismo cuarto en donde ya había estado antes. ¿Que hacía ahí? ¿Cómo había salido la última vez? ¿Realmente había salido o todo fue un sueño? ¿Dónde estaban sus padres? ¿Qué le inspiraba ese miedo?

Lo único que sus ojos eran capaces de ver era la silueta de la puerta, iluminada desde el otro lado por una luz, esperanzadora y amenazante, liberadora y aterradora.

De pronto hubo pasos, una sombra al otro lado de la puerta se acercó. El cerrojo se corrió.

Ya era hora de ver al otro lado...

Recuerdo

Hoy te recordé. Entraste en mi habitación de nuevo, como alguna vez lo hiciste, pero sin besos ni abrazos, sino con un apretón de manos, como un viejo amigo, una memoria. Viniste por un café, por una charla que teníamos pendiente, o al menos yo la tenía porque no había encontrado lo que vos encontraste al distanciarte de mi. 

Hablamos de nuestros sueños y juegos de niños, de nuestros errores y tonterías y lo mejor de tu visita fue que nos perdonamos. Entendí lo que sentiste por mi y no valoré, supe el significado que le pusiste a esas canciones que me dedicaste y supe que no te molestó cuando te conté que ahora soy yo quien las dedica a esa persona que ahora hace mis días de lluvia, cálidos y llenos de rayos de Sol.

Te pedí perdón por mis equivocaciones, quise cumplir fantasías de niño y ellas me perdieron en el fondo de un laberinto oscuro. Lo siento si no supe como volver a casa, si no supe gritar tu nombre, llamarte por ayuda. Al final aprendí a amar la soledad en la que yo mismo entré, persiguiendo conejos blancos y cayendo por agujeros. Y solo así, luego de mil años de extravío me encontró alguien que me mostró el camino a mi nuevo hogar

Luego te fuiste, con una sonrisa como la última vez que nos vimos, aquel día cuando caminamos en direcciones opuestas con sonrisas en nuestras caras porque supimos lo hermoso que fue y que lo disfrutamos al máximo. Ahora me toca a mi amar, no como te amé, sino con más que ofrecer y mi completa entrega. 

El nuevo comienzo de un fenix que no sabía qué era

Estoy en el mismo lugar frío y oscuro de siempre, en mi catedral. Acostado con el norte a mis espaldas, el suelo frío de piedra penetra mis huesos y mi alma, a veces vivir se siente de la misma forma fría y dura. Bajo el suelo de piedra escucho los acueductos llevar el agua a mis pies, limpiarme con su solo paso, sacrificando su pureza para mi bienestar y de pronto recuerdo que la vida también puede ser fresca y suave como la caricia del agua.

Me levanto y encuentro ese rincón lleno de libros e historias de fantasmas pasados, locos perdidos, poetas frustrados. Los sostiene un estante de madera fuerte y dura que por el paso de los años se convirtió en frágil y sucia, espaciosa y sobrepoblada con cuentos e historias que llegaron a su fin satisfechas y polvorientas.

El olor al viejo olvido invade mis pulmones, su figura abstracta me eleva por los recuerdos. Sofocles y sus tragedias lloran por el amor puro y utópico de una antología poética que era su vecina. Libros de magia y extraños hechizos abrazan un perro siberiano que se encontraba guardando el cofre dueño del amor de unos hermanos. Enciclopedias instruyen los cuentos definitivos de algunos hombres oscuros que gracias a Alicia encontraron un gato risón en el pico de sus cuervos, quienes al mismo tiempo dijeron ¨Hola de nuevo, y adiós nunca mas¨. Miguel de Cervantez y Gabriel García Marquez se dan la mano como caballeros mientras Isabel Allende limpia su casa de espíritus como yo, con este estante cuyo barniz no puede mas que llorar de vejez.

Y es que tal vez es por el dolor infernal de un olvido secreto que me doy cuenta como el que yo soy, no es el que fue. Un universo se ha creado en mi pecho y explotando creó un millón de posibilidades. Ahora la oruga que una vez encontré como cabaña y hogar , será la gran Mariposa de mi futuro, cambiada por la fuerza de un antiguo anhelo que hoy es mi realidad y así como el espejo refleja a quien quiera verse con ojos puros, las rosas florecen a mi paso, cambiando mi bosque en castillo.

Mis ojos acostumbrados a una burbuja de fantasía despiertan, me obligan a encontrar deterioro a mi alrededor; es una vida que ya no es la mía, el fantasma de una navidad pasada me pisa los talones y hoy me toca decir adiós con orgullo y respeto por quien fui alguna vez. Hoy es el día de decidir que quiero que se convierta mi camino, a que fin me llevará el curso de acciones que tomo día a día, cada vez mas consciente de quien soy.

 Adiós antiguo yo, poeta sin muchos recursos mas que su tristeza desaparecida. Tu quien aprendiste a ser feliz y feliz has muerto, mientras yo nacía de tus cenizas. Por honor a ti, antiguo guerrero guardo y conservo fotografías en mi mente de las memorias que en canciones volaron. De canciones que cantaste. Canciones que fueron tu Edén

El libro de los cuentos

Hoy quiero hablarles de un regalo, de como sentirse vivo, cambiar todo el concepto de lo que hasta el momento me ha inspirado, ponerle un poco de nostalgia y olvidar por completo el olor a canela y cerveza, pero no el olor dulce de un amor destinado a existir.

Mi historia paso una noche oscura, fría y silenciosa. Siempre me gustaron esas noches, me parecían mas bellas que ninguna; la Luna siempre vestía sus más hermosos encantos, las memorias reían a cada soplo del viento frío y calaban mis huesos con sus miles de palabras, momentos e ilusiones perdidas y reencontradas. Esta noche en particular algo tenia, era la realización de un sueño, de un presagio anunciado en las olas del Mar hace muchos años, cuando solo eramos él y yo.

Yo era una persona común y corriente, o tal vez no. Considero que siempre mi melancolía fue mi mejor poder y capacidad, la forma mas inmediata de tocar el mundo, saborearlo y traducirlo a poemas fríos y dolorosos. El sufrimiento era mi palabra preferida que, adornada con miles de sonrisas dulces, creaban la ilusión de miles de espejos con una mascara distinta. Siempre estuve en un circo de apariencias en donde, año tras año, debía ser un nuevo personaje. El silencio me dictaba las oraciones adecuadas en mi mente y poco a poco creaba mundos y dirigía vidas, cuentos de fantasía que convocaba en mi interior, que anhelaba se hicieran reales.

Los días pasaron como caen los granos de arena en el reloj, nada cambiaba y poco aprendía. Y entonces le conocí. Hay promesas que reservaba para un libro de cuentos, hay paginas selladas que solo se abren con lágrimas y ahora una puerta secreta de sonrisas y sorpresas me abre el paso a esta habitación de mi cabeza donde los recuerdos no duelen mas. El primer cuento comienza así:

I -Un niño preguntó: "¿Existe la magia?" Y la magia respondió


Había una vez un niño, blanco como la nieve, ojos que cambiaban según su estado de ánimo pero siempre hablaban solos. Este niño tuvo muchas muertes pero nunca las sintió, poco a poco morir día a día era algo habitual, al llegar el Sol ya no era el mismo y así pasaron mas de 1000 años en días, más de un millón de lagrimas perdidas en las horas. Poco a poco la vida lo fue llevando al lugar donde él iba a pasar esa puerta de entrada, y como es de suponer en un niño, para el, eso era un juego.

Este niño tenia muy poco en la vida. Tenia cuentos de aire, ilusiones que se olían y tocaban y una madre que su juventud perdida le reclamaba el tiempo de rebeldía que nunca tuvo. Por estas razones y otras menos importantes el niño siempre estaba solo con sus amigos etéreos y con su Abuela, su tutora y para quien el Amor era el fin mas sutil y honorable del vivir. Nuevamente les adelanto que este niño descubrió en el amor esa parte mágica que había perdido en sus pensamientos, lo quiso vivir pero no comprendía como su Abuela hizo tantos sacrificios por el hombre que amaba y seguía luchando en una guerra que a los ojos de un joven infantil estaba perdida en el pasado.

Toda historia debe tener un final y cada vida es una historia. Lo irónico es que a veces, esos finales no son mas que el preludio de una historia mas grande, de vez en cuando de aventura y otras veces de amor. Así sucedió en la vida de este joven. Un día su Abuela murió. Todo paso muy rápido, su vida dio el primer giro, las tuercas ahora giraban violentamente hacia el otro lado y no tuvo tiempo suficiente de lamentarse, solo pudo construir una barrera de dolor masoquista con el cual disfrutaba cada lágrima que bajara por sus ojos. Su cuerpo también sufrió una transformación incontrolada. Poco a poco se fue convirtiendo en la persona que él soñó y luego solo fue cuestión de dar un paso para que se conocieran.

Un simple día, un teclado y una pantalla bastaron para abrirle la puerta a una nueva vida. Ese día estaba soleado, claro, todo cuento de hadas debe tener su clima acorde con las situaciones. En su silla de madera, estampada con tela gruesa de un azul oscuro y formas abstractas de colores, se sentaba el niño inocente y juguetón, un poco aburrido tal vez, pero del todo sin esperar que segundos después él le hablaría. De alguna forma que aun nadie se explica lo encontró, el niño pensó que seria uno mas de la lista y no sintió ningún interés, de todas formas ya viejos príncipes azules habían cabalgado hasta su castillo y con artes de magia oscura habían entrado en el Castillo con forma de Corazón, otra de las historias de este libro que será contada en su momento.

Para protegerse de lo inevitable puso una barrera de gustos superficiales, rechazo sus invitaciones a salir y de alguna forma sentía que estaba haciendo lo incorrecto, sentía que había estado sin él desde el principio de los tiempos y lo extrañaba. Finalmente este peculiar caballero de la armadura roja convenció al niño para caer en su hechizo y con una sonrisa y la fuerza de la ternura, logro entrar en su castillo y lo conquisto.

¿Preguntemos a los sabios cuántas vidas disfrutamos en un año? Esto fue lo que su mundo de cuentos de hadas duró. Año y seis meses de la más dulce Ambrosía desde la mañana hasta el último rayo de luz de la Luna. Todas las noches eran frías y perfectas, los sueños de ambos calmados ya que se encontraban en el mismo lugar y placer. Salían a enfrentarse a el mundo ellos solos con espadas y escudos y descubrían que el mundo era una hoja en blanco en donde los únicos personajes eran ellos, donde sus miradas se encontraban y todas las palabras se sabían, no había necesidad de nada mas, solo eran ellos dos y eso bastaba para llenar el mundo hasta el tope.

Una vez mas la historia debe terminar, pero las historias suelen seguir existiendo únicamente que con otra máscara. Llego un día lúgubre. El día donde el niño vería de frente al Dolor, lo tomaría de la mano y se condenaría a cuatro años del mas dulce placer. En esos tiempo había un juego de conocerse. Setenta frases que importaban más que el oro, algunas de ellas dulces y suaves pero la última, la más importante, estaba hecha del amor más puro que tan solo escribirla en una suave brisa la destruiría para siempre. Esa frase pasó a ser su secreto más dulce desde el momento en que su dulzura partió el corazón infantil.

El niño tomó la decisión de vivir, de aprender y buscar su verdadero yo. Como este era su cuento, su vida siempre obedeció a sus ordenes y la oportunidad de viajar muy lejos hasta zonas oscuras de su ser se le presentó. Pero Caronte siempre pide un precio, y su precio fue su caballero del Ouroboros. En cierto momento todo se terminó. Nuevamente las tuercas decidieron girar con el bando opuesto y todo su mundo de fantasía se derrumbo entre lágrimas, una pregunta y su respuesta: "Es que, te amo demasiado".

II-El dragón de los Sueños y su Jinete Inexperto

Hace mucho tiempo, existían los dragones, orgullosos y milenarios como ellos suelen ser pero hay una parte que nunca relatan los libros. Eran los seres mas sabios de todo el mundo y por lo tanto, los seres que Amaban más.

Como los seres letales que los Dragones eran, este también cometió sus asesinatos. Enamoró y dejó, hirió con palabras y vivió la soledad, pero nunca en su extensa vida, había matado sin saberlo a un caballero de Armadura Roja de Ouroboros. Esto paso un día lúgubre a las puertas de un ciclo.

Había un joven que creció con una semilla especial, este joven quería saber más de si mismo. Ya había dejado su lado infantil detrás y comprendía que para obtener hay que sacrificar, pero no sabia el precio de lo que sacrificaba y su primer amor fue asesinado. Tiempo con tiempo se fue acostumbrando a la compañía del Dragón, su sabiduría llenaba su alma y su fuerza lo protegía de todas las cosas que pudieran pasar y ahí llego el momento. Amó. Amó de mil formas en el mismo instante. Estuvo en mil lugares y tuvo miles de libertades, pero su corazón y su Amor era sólo para uno. Un Dragón.

Cada vez que el joven dormía recordaba esos días de dulzura que había perdido. Cada vez que abría los ojos se encontraba ante una puerta nueva que lo levaba hacia su interior. A conocerse mejor. Aprendió artes de la Magia, entendió como defenderse del miedo, como controlar sus emociones y como abrazar su propia oscuridad. El Dragón le daba la libertad de volar a los lugares que quisiera, lo llevaba a sus espaldas y lo amaba con todo su ser. Pero la libertad siempre lleva a valles extensos y decisiones firmadas con sangre

Un dragón siempre ama y apoya. Fue exactamente todo lo que el Joven obtuvo de él. Idea que el Joven tenía, idea que se realizaba, casi hasta el punto de reprimir sus propios deseos y planes para complacer a este Joven egoísta, como cabe esperar en uno de esa edad. Los días pasaron y las nubes que existían en la antigüedad se hicieron cada vez más densas, la soledad siempre estaba tocando la ventada de este Joven y el Dragón no lo podría evitar. Se escuchaban gritos de desesperación por todo el Castillo con forma de Corazón. El Dragón todo lo sabía y no podía hacer nada por que el controlaba el orden de las cosas.

Poco a poco el Joven fue entrando en la Magia Negra, en lo oscuro de su ser, conoció a su madre la serpiente que nuevamente lo tentó con una manzana. "Eritis sicut Deus. Scientis bonum et malum". Sintiéndose abandonado abrazó con más fuerza sus lágrimas y entro entre los árboles de un bosque intentando encontrar el Sol, pero nunca lo encontró, al menos no de la forma que quería. Caminando entre la maleza del Bosque de los Perdidos encontró, al fin, un lugar donde morir. Tomó impulso y se lanzó hacia la boca de un abismo sin Amor, sin Dragón, sólo Lagrimas y dolor.

Su consciencia no soporto todo lo que recordó en su viaje pero al despertar se encontraba ante los pies de una bruja blanca. Risueña y feliz le enseñó a escuchar sus propias palabras y entonces sucedió. El Sol bajó del cielo y un Dragón en alguna parte murió con una promesa cumplida, un dolor escondido y una frase bendita.

III-La serpiente que se muerde la cola

Existe un valle, al final de un bosque oscuro, al fondo de un precipicio de vicios y dolores en donde la Magia se hace cierta y las cosas se entienden mejor. Las mariposas cargan canciones en sus alas y los aprendizajes se esconden entre los arbustos, juguetones y traviesos. Ahí conocí a mi Sol. ¿Puede alguien juzgarme al conocer mis historias? La única puerta a la comprensión de mis actos está en el dolor, en sentir la perdida en carne viva, saber que la piel se cae a pedazos primero entre lágrimas y un abrazo, después entre intentos por soportar la melancolía de una verdad rechazada

Mis habilidades y virtudes estaban ocultas entre niebla y una noche estrellada hasta que llego un inocente comentario a mis oídos. Nada es real, nada puede ser cierto, las cosas buenas no pasan y para ganar hay que matar una vida inocente, como siempre, por los siglos de los siglos. ¿Quien podría estar con el asesino de maestros? Soy un destripador de Dragones, y aun así hubo quien tuvo fe en mi y llego a iluminar un camino que estaba escondido.

Ahora voy a un ritmo de vals, lento y seguro, disfrutando cada nota, resonancia y acorde. Ahora soy poeta de caminos y experiencias y miles de puertas se abren a mi paso, porque la luz ha vuelto a mi vida. El Sol tiene ojos verdes y la sonrisa de luz. Al final del pasillo se abre una puerta de una nueva historia, tomo el pomo la abro y la vivo. La siguiente página se llena con solo trazar la primera línea y me lanzo a una aventura.

Por una maestra del Amor.

 Abro los ojos y estoy en una habitación oscura, se me hace conocida. La noche es serena y tengo la sensación de que he vivido mil años, giro mi cabeza porque...

Por un caballero de Armadura Roja y una serpiente en su escudo

 ...Siento un llamado a la par de mi oído, tomo el celular y llamo al número que a primera vista me parece desconocido, un mensaje extraño en la pantalla refleja lo que puede ser una frase equivocada pero solo hay una forma de averiguarlo, entonces decido...

Por un Dragón de la Sabiduría

 ... Responder el mensaje, ya que, todas las llamadas no han dado fruto. Poco a poco voy recordando dónde he visto esa serie de números y me doy cuenta de que las emociones vienen en tropel a empañarme la vista. Todo lo que aprendí en los momentos de mi vida, lo recuerdo ahora y controlo mis emociones como una vez supe hacer, con el apoyo de quién supo enseñarme. Un mensaje entra...

Por el Sol

 ...Y recuerdo unos ojos verdes que llenan mis días de sonrisas y mi vida de felicidad, anhelo cada día como si fuese el primero para verlos y sentirme satisfecho. Pero el mensaje no es de quien yo recuerdo, sino una simple despedida de un marcado con una serpiente roja en su hombro izquierdo, una llave para una puerta abierta y un permiso para seguir con la vida. Ya no queda nada mas que cerrar la puerta a las cosas que pasaron, curar ciclos y perdonar.

Todo paso ante mis ojos en esta noche perfecta. Es un regalo. Un libro de historias que continúa escribiendo. Uno libro cuyo autor no soy yo, sino el Universo


Las cosas que se anhelan

Se anhela el cariño y el calor que sólo una nueva experiencia puede darte. Esa que consiste en enamorarse de alguien nuevo, de una nueva forma y hacer lo mismo de veces pasadas, pero distinto.

Se anhela un abrazo una vez cálido, ahora frío, uno que fue fuerte, grande, cuyos ingredientes eran fantasías y una pizca de sentimiento.

Se anhelan las palabras dulces que pueden salir de mi boca, que se amontonan en mi lengua y sólo encajaban perfectamente en tu cuerpo. Por ahora. Por siempre, tal vez.

Se anhela y espera un mensaje hecho de mentiras en el que me buscas y dices: "Volvamos a intentarlo". Tanto se quiere esto último que paso las horas grises mirando mi celular esperando que las ganas sean suficientes para cambiar tu mundo.

Se anhelan esas charlas sobre lo que existe y lo que no, lo fantasmal y lo real, sobre las cosas que nos gustaban a los dos, pero sobre todo se anhela la emoción de ver en tu cara una sonrisa por decir algo que ayudó a tu vida.

Se anhelan (Y esto creo que por siempre) esas caminatas nocturnas, sentirme protegido con tu presencia y caminar como si el mundo no existiera, sentir que con vos no ocupo nada más, de nuevo, pero contigo.

Se anhela la esperanza que mataste con una flecha de centauro, mágica, dolorosa y madura.

Se anhela llegar a esa puerta abierta de par en par, se anhela romper las cadenas que de nuevo coloco en mis tobillos, otra vez esperando el sentimiento verdadero que sólo el tiempo, ese mismo al que le tienes tanta fe, decidirá cuando volverá a mi vida.

17/07/2013 10:57

Estaba sentado, como siempre en su lugar, con sus anhelos y recuerdos, con las cosas en las que no quería pensar. Se sentía solo, pero no con una común soledad, era algo más profundo y frío, es la sensación de estar huyendo de los recuerdos que lo acechaban en cada esquina, cada canción y fotografía.

 Ya no era el mismo que amaba, ahora odiaba o simplemente no sentía. Era un hombre distinto con las mismas ilusiones, con las mismas metas sin cumplir, pero no, ya no era el mismo. Ahora hacía música, ahora cantaba, era fuerte y se enfrentaba a los demonios que hacía años no pudo y de los que huyó.

 Pero había algo que no sanaba, una herida que estaba abierta como un río por sus venas, era ella, la que nunca tuvo por más cerca que estuvieron en una cama compartida. Ella, la hermosa, cara perfecta, sonrisa intrusa que lo conquistaba en su imaginación, que lo hacía necesitarla cruelmente y lo desechaba cuando ignoraba sus palabras.

 En tiempos lejanos hubieron abrazos y besos, hubo pasión, sudores y sexo, en esos tiempos que existieron solo para él y que ella desechó como algo de una tarde, que pudo haber sido con cualquiera. 

Él era la bestia de ese cuento y su bella nunca quiso vivir en el mismo castillo, él sostenía una rosa marchita desde hace tres años, muerto, cansado, aún buscándola a oscuras en el primer escalón de las escaleras que lo llevaban hacia el cielo y su bella siempre furtiva y despreocupada, siempre diciendo que no con los "si" que salían de su cuerpo.

Y por fin lo decidió, tuvo el valor de levantarse de su lugar, el maldito, el poeta muerto. Y encontró en los ojos de su amada un sol y una luna, el primero brillante e interesado, pero con problemas que lo ataban a la distancia; la segunda oscura y fría, una mirada que sabía que lo controlaba y lo perdía en sus más oscuros deseos y emociones. 

Todo lo que pudo hacer fue ver a sus astros, no podía moverse, ni lo quería. No podía vivir y aún así no moría. 

Pobre del poeta muerto, vinculado está a su historia .

02/06/2013- 08: 02 pm

Despierto. Abro los ojos. Estoy de nuevo en el mismo pasillo, en el mismo lugar por donde camino todo el tiempo, las paredes azules, la pintura desprendida por partes sólo evidencia el deterioro en el que se encuentra el edificio y al final de ese gran pasillo, como siempre, está la puerta, grande y blanca a la que me acerco. La abro con temor, sé lo que está dentro pero siempre me golpea como si fuese la primera vez que se encuentra en mi vida. Esa belleza siempre me toma por sorpresa.

Al otro lado encuentro luz y magia, una habitación blanca iluminada por sólo ilusiones muertas en donde espero la justificación para sentir lo que contigo sentía; en donde busco el fantasma de una voz amiga que me conceda el permiso de hablarte, abrir mi alma, sentirte. Pareces una estatua de marfil blanco en el centro de la habitación. Aún con miedo de que desaparezcas estiro mi mano hacia tu piel perfecta y entro en contacto contigo. Estoy maldito, hechizado con un embrujo que creció con tu cuerpo cuando, unido al mio, compartimos los sueños del País de Nunca Jamás, un país lejos de maravillas y Peter Panes si tu no estás.

A pesar de saber que tu y yo debemos estar juntos, todavía temo por la posibilidad que nunca pasará, que este vida no sea de placeres, pero temo más aún el final feliz que contigo está escrito en una de las hojas de mi libro de vida, la que se desprendió y cayó al fuego, la única que, quemada por la hoguera del bienestar, vive aún en esencia como una hoja perdida a lo último de mi cuento sin final.

Con el contacto de tu piel recuerdo nuestro tiempo y escribo el quinto poema consecutivo en donde pregunto por tu paradero, por tu belleza que me deslumbra por las noches y me desvela sin sentido recorriendo, con besos de fantasía, cada rincón de mi alma regocijada por las caricias de esos labios suaves, pequeños, únicos a mis ojos. Tu aroma invisible me lleva al tejado de mis sueños y observo locamente lo que has hecho con mi vida, convertido en un demente que aún te siente sin poder negarlo al viento. Aún me tienes sin controlarlo.

De repente, al contacto de mi piel, te vas, se esfuma tu cuerpo blanco y perfecto de mi cuarto, se cierra la gran puerta que da al pasillo antiguo, se apaga toda luz que me brindaba esperanza y asesino tu recuerdo con tinta y trazos de dolor por las cosas que no sucederán. Mi energía vuela para encontrarte, lucha por llenar la transparencia  insoportable de la distancia, del tiempo, de la lógica. Mi cuerpo se rinde al sueño, al agotamiento y me duermo en el centro, en tu lugar. Cierro los ojos. Duermo.

Despierto. Abro los ojos y tu no estás en el lado evidentemente vacío de mi cama. Y tu ya no estás en energía y presencia, te fuiste y dejaste un agujero en mi.