Trentis, el duende de la cueva

Domingo 18 de enero, 1890.

Hoy he entrado a una cueva a la orilla de la playa, esta playa mágica con aguas azules y arenas blandas. En la cueva encontré una puerta de piedra con letras en algún idioma extraño gravada sobre ella. Empujé un poco la puerta y ella cedio, por dentro era un lugar acojedor, todo completamente cubierto de oro, elegante, bello.

Poco a poco fui perdiendo la nocion del tiempo y el espacio, sentado sobre el borde de una cama de la madera más bella y con un dosel de seda se encontraba un duende, un pequeño duende sosteniendo un espejo de plata, era el duende más hermoso que haya podido ver, no era un duente de cuentos de hadas, ni de los malos que roban niños para divertirse, sino un duende hermoso, brillante, jovial y dulce. Con cuidado me acerqué a el procurando que no se asustara, el duende sin apartar la mirada del espejo me dijo:

-¡Hola! Te estaba esperando. Mi nombre es Trentis Ellette Faerydae. Soy el duende del corazón de hielo

-¿Esperando? ¿A que te refieres? Podrías decirme en donde estoy?-- Pregunté desconcertado.

-Esta es mi casa y al mismo tiempo mi prision. Hace mucho tiempo yo era el rey del bosque, el más bello. Un día Gilraen Celebrindal, la hija de un elfo importante, llamado Elros Ringeril se enamoró de mi, sin embargo nací incapacitado para amar. He lastimado a mucha gente sin la más mínima intención y a ella la lastimé al ser rechazada por mi corazón. Ciega por la tristeza y la ira fue al monte Carling y se suicidó bajo el árbol más bello y hermoso. Como venganza su padre, me maldijo y un noche mientras dormía lanzó su hechizo sobre mi espejo; en cuanto viese mi reflejo me quedaría contemplando la belleza que mató a su hija. Tu eres la persona que me liberará de esta cueva.

-¿Yo? ¿Por que yo?

- ¿Viste el gravado de la puerta? Esas son las palabras de Elros, dice: "Solo aquel con la llave de la puerta del invierno conocerá la riqueza que aquí se encuentra"

En ese momento hurgué en mis pantalones, no tenía nada, ninguna llave

- Perdona pero creo que te equivocas. ¿Como podría ayudarte si no tengo ninguna llave y no veo ninguna puerta además de la de entrada?

- Acércate, dame un abrazo.

Le obedecí, me senté sobre su cama y al tocarlo aprendí las mil formas de abrazar y querer, sentí como su corazón se derretía bajo mi tacto. Todo mi mundo dio vueltas, mis recuerdos pasaron por mi mente y salían como en una tormenta de ideas.

Al aterrizar solo quedé yo en una sala grande, en un edificio de piedra. Caminé hasta una habitación circular, siguiendo una alfombra suave y llegué a una pequeña mesa central en donde estaban cuatro llaves, las cogí. Levanté la vista y por toda la habitación habian cuatro puertas. Me acerqué a la primera de color verde y sentí un pequeño calor sincero, alegre; probé las llaves y al calzar una abrí la puerta, en ella solo había un árbol verde, frondoso con un corazón tallado en el tronco. Dentro del corazón estaban las letras G + T.

Pasé a la segunda puerta, esta vez de color Amarillo y con un calor asfixiante y a la vez relajante; probé una vez mas las llaves y abrí la puerta, detrás de ella había un pequeño lago, cerca del mismo árbol de la primera y ropas a la orilla, busqué por toda la pequeña habitación y no encontre a los dueños de esos ropajes

Al abrir la tercer puerta, la roja, la toqué y sentí un frío tranquilizador. En esta puerta habían muchas hojas, en ella el árbol estaba desnudo solo el corazón en el tronco con las mismas letras, sin embargo tenía una pequeña tumba debajo.

Utilizé la última llave para abrir la puerta azul, la que suponía que era del invierno. Detrás de esta puerta se econtraba un cementerio completamente cubierto de nieve, era de noche; bajo el árbol un hombre brillaba sobre la oscuridad tenía una túnica de una buena tela, parecía de la nobleza, tenía sus manos llenas de cristal y el marco de un gran espejo estaba en el suelo. Se acercó a mi y me dijo:

-Muchas gracias, me has liberado. Elros me mantuvo con la tumba de su hija desde su maldición y ahora soy libre, gracias nuevamente por acudir a mi llamado. El tiempo me ayudó a descubrir en mi que... Bueno, no importa, puedes tener todas las riquezas y lujos que quieras- Me abrazó y el mareo volvió a mi cuerpo, todo daba vueltas pero antes de separar mis pies del piso ví sus bellos ojos, detrás del ojo izquierdo descubrí una lágrima privada y secreta, una lágrima que nunca saldrá. Esa lágrima es la única persona que amó en su vida, la bella Gilraen Celebrindal. Esa lágrima es el dolor de un amor callado para toda la eternidad.

Desperté sobre una roca en la playa, el rocío mojaba mi cara. Sabía que tenía gran cantidad de riquezas, porque un duende nunca miente, sin embargo lo que más aprecio es que ese día aprendí

Aprendí a abrazar, a amar y no callar lo que siento.



Entre risas y sorpresas surge en mi imaginación

He escrito muchas cosas sobre mi Ananke, de todas formas sobre ella es el Blog; sin embargo en mi vida han habido personas que me han apoyado en mis más duros procesos. Ya he escrito sobre Anankes buenas y Anankes malas, sobre Mariposas y cuentos que parecen sobre hadas. Pero esta vez el turno es de una bruja, una bruja sexy, guapa y contra todo pronóstico amable y aracnofóbica.

Ella sostiene, junto a mi, mis miedos de que una araña gigante venga de noche a molestarme. Duendes y diablos podrán aparecernos, pero una araña nos espanta como si fuese la ultima cosa que veríamos en la vida. Ella invoca los poderes del futuro, pero no los controla. Hace que sucedan las cosas y se sorprende de lo facil que consigue lo que quiere.

Esta bruja resulta ser mi parte femenina, mi espejo, mi hermana. Ella me apoya en mis más grandes locuras, amores y tristezas. Y por eso esto va para mi bruja hermana.




Te quiero, eres parte de mi vida. Quedate conmigo viviendo en el mismo mundo, las mismas guerras, juntos todo lo podemos. Gracias!







Cuando el corazón despierta VI

- Esclarecimiento de Ideas -

Al fin lo he comprendido! Lo que me molesta de ti no son tus salidas, no son tus amistades, es la forma de demostrarme el cariño que me dices tener. Es el hecho de que tienes un mar de tiempo para todos, menos para tu Chronos.

¿Me podrías demostrar cuanto te importo en hechos? ¿Estoy equivocado al pensar que lo tuyo son solo palabras?

Si ves esto, responde me por favor. Ya no aguanto más estar viviendo el papel de espía masoquista. Viéndote feliz con tu tiempo libre, mientras yo sigo aquí, esperándote. No soporto ver tus fotos, tus muchas fotos y descubrir que no son conmigo, que no me ves porque no quieres, porque te da pereza levantarte... Porque no me quieres.

¿Podrías explicarme, por favor?

Para una mariposa

Conozco gente maravillosa, gente linda que me ha enseñado y a los que yo tambien he enseñado; gente amorosa, expresiva, protectora. Pero entre toda esa gente conozco una mariposa increíble, versera, amable y que ha estado conmigo apoyandome. Hoy comprendí que ella ha escrito mi historia y yo la suya.

Ahora sí Mariposa! Agradecimiento publicado...

Cierre del cuento de hadas

Érase una vez una princesa cuyo corazón de alcachofa no pudo resistir tanto dolor y prefirió ocultarse bajo gruesas capaz de indiferente arrogancia y desamor. Su corazón prefería mil veces un servil acompañante que no le quitara el sueño pero la dejara segura en su andar desafiante. Cuidaba entonces de sus sueños, de sus flores, de su magia heredada. Cuidaba de no dar mucho espacio al acercamiento, pues desde pequeña aprendió a no confiar en abrazos de extranjeros. Pero llegó en algún momento un valiente caballero, que con igual desprecio hacia el compromiso del alma logró conquistar su corazón y despojarlo de tanto drama. Pudieron construir un hermoso castillo en las nubes, pero resultó que se caía a pedazos cada vez que el viento de la razón soplaba con fuerza. Pudieron compartir sus experiencias de amor, pero las barreras estaban ya tan concretas que por más que lucharon para derribarlas, en el último minuto siempre algo les saboteaba o quizás ellos mismos simplemente temían tanto el acercamiento que se alejaban. Pudieron conectarse a través del brillo en los ojos que descubrieron desde un inicio, pero tanto el caballero como la princesa preferían cubrir de hielo esta mirada, que tarde o temprano terminó por convertirse en nada... y aquí alguno de los dos reclamó al otro por el engaño, pues un viejo sauce les había vendido el sueño de que eran complementarios. No supieron nunca que no existía la mentira en esta promesa, sino que el universo les había puesto a jugar con máscaras de cristal, que debían ellos aprender a desarmar. El tiempo pasó, el caballero fue y vino del infierno muchas veces, la princesa se convirtió en sacerdotiza de su vida y decidió destruir el castillo que le daba muchas penas. Él hizo un último esfuerzo desde su armadura oxidada, pero ella ya no estaba interesada. Sin embargo, al final del día, cuando él vino a despedirse por última vez, ella tembló por un momento al sentir de nuevo su piel y recordó la luz que le vio una vez. Eran ahora diferentes... quizás algún día podrían juntar sus manos y caminar de frente, pero aún faltaba comer muchas experiencias, pues ya no eran la princesa y el caballero de otras vidas, sino solamente una mariposa y un dragón en pleno vuelo de despedida.

http://moi-lamariposadecolores.blogspot.com/

Cuando el corazón despierta V

- Recordandote -

Quisiera mantenernte en mis brazos. Quisiera estar cada segundo acostado junto a tí, con tu olor, disfrutando de tu calor, de tu sonrisa. Pero no, eres como el agua que es fuente de vida y sin ella no podemos vivir, así eres para mi, eres mi medicina y mi enfermedad; eres mi fuerza y debilidad; eres mi fuente de vida y quien me despierta del sueño profundo de la tristeza y agonía.

Ahora entiendo todas esas canciones de amor, todas esas contradicciónes y metáforas, tuyas son todas ellas por que eres lo mejor de este mundo. Tu sonrisa es encantadora. ¿Que me hiciste? ¿Porque te amo de esta forma?

No hay día en que no recuerde tu olor aunque sea por un momento. Ese olor a canela, dulce, hermoso como tú...

Gracias por haberte conocido.
Quisiera tenerte en mis brazos y permanecer el resto de mis días junto a tí pero sé que no puedo, así que me conformo con que seas feliz en tu libertad, como me dijiste aquella vez: "Si eres feliz, yo seré feliz a la distancia junto a tí"