Una lágrima perdida, un Mabon roto

El barco llegó en una noche cálida de primavera. En él estaban todos los sueños del poeta del pueblo, del que solo sus versos de sueños se conocían. En el estaba la causa de su locura extraña, la causa de su manera de actuar que ni él entendía.

Llegó y embarcó en el puerto, dejando a sus pasajeros en tierra para sus diligencias, fuera cual fuera su apuro. Ahí estaban la libertad tan soñada, el amor cantado y el dolor deseado desde que era pequeño. Cuando llegaron a su puerta, todos al mismo tiempo como suele suceder cuando el destino bromea con uno,  el poeta no supo que hacer con tanto.

La locura embargó su mente y sus pensamientos se volvieron de tierra, la cordura no la encontraba y ya no se la podía poner de corbata. Solo le quedaba esa apariencia, su cascarón decorado que tanto alegraba y hacía bailar con tan bellos versos.

El barco se fue un día de otoño, cuando la última hoja del árbol cayó, empujada por el peso del cuerpo colgado en el ocaso con una gota de rocío que moja las hojas secas, cuerpo de poeta con todo lo soñado. Un otoño más frío, un mabon roto


Historia de su diario I

Hay un vaso vacío en una sala oscura, está lleno de historias transparentes que hablan en la noche bajo la luz de la luna. Está sobre una mesa de madera, madera del bosque virgen donde una vez viví con duendes y hadas hasta que vi la luna roja que estaba creciendo.

Sonidos pesados de cuentos sin terminar y notas claras de música suave se mezclan en el cuarto donde todo lo dicho sin palabras se cuenta. Noches de paraísos y fábulas flotando libres en una cárcel cercana al mar donde cantan las flautas de las sirenas. Está cerrado y protegido por trampas e ilusiones hechas con sombras de espectativas.

Hay un vaso lleno de lágrimas de un poeta que no pudo hacer su poema, poema que con sangre de estrellas nunca descifró, bailó o cantó. Está en el suelo, está roto y la luz del sol muestra un prisma de mentiras contadas a sí mismo, de nuevo, como siempre.

La figura

El sol se pone y calienta con sus últimos esfuerzos la tarde. El viento solpla con fuerza entre mis cabellos y me susurra la pregunta que lleva con su baile. 

¿Que puede ser un simple círculo?
¿Que formas puede tomar?
¿Para qué puede servir?

Puede ser un ojo, que todo lo vé y vigila.
O uno que expresa la belleza de la vida.

Puede ser un anillo que da el poder y significado.
Un anillo de compromiso propio que aún no tenés y viene llegando
Un círculo puede ser un recuerdo.
Un Ouroboros que tengo en mi pensamiento.

Puede ser un ajugero para llenar con lágrimas y sonrisas
Un agujero profundo que me lleva al País de las maravillas.

Es, de hecho, un ciclo al que a veces caigo
Un círculo vicioso que ya voy sanando.

A veces es un recurso
Del que nos ayudamos para ilustrar

Puede ser la luna que miro por las noches
Que adoran culturas y juega en su coche

Cuando me quedé sin respuestas ya faltaban cinco para la media noche. Ya el día se había vuelto frío y la estrellas inundaron, con su luz, todo mi mundo. Y aún así, a pesar de todas mis respuestas, la pregunta sigue abierta, y al siguiente día el viento volverá a bailar y a susurrar

¿Que puede ser un simple círculo?
¿Que formas puede tomar?
¿Para que puede servir?...