Cuando el corazón despierta XIII

- Engaños de la Mente -

Las palabras se agotaron, como un niño que come todas sus galletas el mismo día. Las palabras ya no sirven, solo queda la contemplación, la resignación y una pizca de esperanza en el fantasma del futuro. ¿Sobre que bases conté mi final y que fuerzas luchan contra lo que, en mi deseo quiero obtener? Lecciones entendidas sin aprender, máscaras de fantasía que te mantienen adicto a ellas.

Y de pronto la represión quema toda cordura en mi cabeza, arden las ideas y las fórmulas concretas, siento la locura que se sienta en su trono una vez más y me dice al oído: "Jamás volverás".

Ahora soy preso en mi cabeza, sufriendo los dolores que por un juego en el bosque gané en mi cuerpo. Tan solo espero que cuando llegue mi momento no me disuelva en el viento, como tantas veces lo he hecho. Siguiendo una fantasía y cayendo como Alicia, en el mismo hueco.

Las palabras se acumulan, de nuevo. Se esconden mientras la locura reina, no hay llanto, no hay fuerza, no hay forma de saber si sigo vivo.

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