Cuando el corazón Despierta XI

-Recuento de mis muertes y reconstrucciones-

Viviendo comprendí que la vida es difícil y los cuentos de hadas no existen mas que en la cabeza del soñador que dibuja para sí mismo el mundo perfecto. Comprendí también que el Engaño existe aún cuando las palabras son sinceras y que siempre hay una razón detrás de cada acto, buena o mala, una razón que salva o dispara.

Con mis días entendí que la forma más pura de amar es queriendo el bien de esa persona, a pesar de que ese bien no sea junto a mí, incluyendo el dolor de ver esa felicidad donde podría ser yo el protagonista. Aprendí que las promesas sin cumplir lastiman y roen la confianza, pero muchas veces no son prueba de desinterés, sino maldiciones del infortunio.

Con los golpes descubrí que nunca se ama de dos formas iguales, pero sí se puede amar a dos personas distintas al mismo tiempo. Acepté abrazar mis derrotas y verlas como viejas amigas, obligando al orgullo a pasar a una mejor vida, sonriendo ante las pérdidas o ante la soledad fría.

En mi vida conocí a la nostalgia hecha carne y la envidia del cariño que yo mismo dejé libre. Y también recordé que se puede tener mejor relación familiar con personas ajenas a tu casa y que mcuhas de las programaciones sociales están erradas. Noté en el cajón de asuntos sin resolver que la intención propia es la que vale más que la reacción ajena y no debo buscarme en la opinión ni aceptación de otros.

Desarrollé mi teoría de las múltiples Anankes, porque a todas he amado y todas me enseñaron montones de mi "Yo" de antes. Todas son importantes, aún lucho por ellas de distinta forma, ya no tan pedante, porque su tiempo pasó y ahora son libres, ellas me enseñaron por medio de golpes y deslices.

Me enseñaron a perdonar y a dejar vivir, aprendí a controlarme más y a valorar lo que perdí. Me dijeron que expresarse estaba bien, entonces tomé una pluma y escribí lo que en ese momento era importantísimo decir.

Esas fueron unas de las pocas muertes que en mi proceso he pasado, sé que seguiré muriendo porque, de aprender, no he terminado. Gracias Dolor y gracias Tristeza que tanto me mostraron, gracias a la noche por ser mi princesa que me inspira a escribir lo que mi mente muchas veces no puede decir.

1 comentario:

  1. en medio del desvelo q me gasto hoy, este escrito me refresco viejas pegas q ocupaban limpiarse con aire puro :) LO AME!

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