Esperanza eterna

Camino despacio, sé lo que tengo que hacer, está aquí en algún lado de esta selva urbana de varios rostros y seres que caminan sin sentido sobre los pasos del reloj, se que aquí se encuentra ella. No son humanos, son seres sin sentido caminando sin rumbo, sin ver la vida que se escapa ante sus preocupaciones. Ellos me ven, me notan, estoy brillando más que las luces de neón que inundan los casinos, me quitan la cara de verguenza, saben que han fallado en la búsqueda por un sentido, saben que ya están dentro del abismo.

Llego al centro de una plaza de piedra, redonda y con una fuente en el centro, fuente de leones feroces que rugen y amenazan a quien intente romper la calma del agua. En la plaza fijo mi mirada es esas fotos con cuerpo, las veo fijamente por un momento, detallando en mi mente sus caras y es ahí cuando lo decido, nadie me merece.

Otro día más, derrotado en mi misión, camino recogiendo los pasos que dí hasta la plaza, cansado de siempre pensar que ahí se encuentra, herido de nunca encontrarla. Supongo que no soy mejor que esos rostros sin alma, estoy maldito a vagar por siempre hasta tenerla en mis brazos, hasta ver su rostro vivo, su sonrisa clara. Y camino bajo las lámparas y entre la niebla de vuelta a casa. Una vez más

1 comentario:

  1. Me enamore!!! Tus escritos de alguna forma siempre llenan parte de ese vacío que cargo hace tanto. Gracias! :*

    ResponderEliminar