El barco llegó en una noche cálida de primavera. En él estaban todos los sueños del poeta del pueblo, del que solo sus versos de sueños se conocían. En el estaba la causa de su locura extraña, la causa de su manera de actuar que ni él entendía.
Llegó y embarcó en el puerto, dejando a sus pasajeros en tierra para sus diligencias, fuera cual fuera su apuro. Ahí estaban la libertad tan soñada, el amor cantado y el dolor deseado desde que era pequeño. Cuando llegaron a su puerta, todos al mismo tiempo como suele suceder cuando el destino bromea con uno, el poeta no supo que hacer con tanto.
La locura embargó su mente y sus pensamientos se volvieron de tierra, la cordura no la encontraba y ya no se la podía poner de corbata. Solo le quedaba esa apariencia, su cascarón decorado que tanto alegraba y hacía bailar con tan bellos versos.
El barco se fue un día de otoño, cuando la última hoja del árbol cayó, empujada por el peso del cuerpo colgado en el ocaso con una gota de rocío que moja las hojas secas, cuerpo de poeta con todo lo soñado. Un otoño más frío, un mabon roto
...Y asi se fue el poeta, en una pira flotante a encontrarse con las estrellas...
ResponderEliminar~Wiccangel~