Hay un vaso vacío en una sala oscura, está lleno de historias transparentes que hablan en la noche bajo la luz de la luna. Está sobre una mesa de madera, madera del bosque virgen donde una vez viví con duendes y hadas hasta que vi la luna roja que estaba creciendo.
Sonidos pesados de cuentos sin terminar y notas claras de música suave se mezclan en el cuarto donde todo lo dicho sin palabras se cuenta. Noches de paraísos y fábulas flotando libres en una cárcel cercana al mar donde cantan las flautas de las sirenas. Está cerrado y protegido por trampas e ilusiones hechas con sombras de espectativas.
Hay un vaso lleno de lágrimas de un poeta que no pudo hacer su poema, poema que con sangre de estrellas nunca descifró, bailó o cantó. Está en el suelo, está roto y la luz del sol muestra un prisma de mentiras contadas a sí mismo, de nuevo, como siempre.
Marido actualizandose.
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