Recuerdos en una canción

Copos de nieve caen bajo el techo de mi casa, cierro la puerta para que las ideas no salgan corriendo por el frío, o por el miedo. Una canción vieja suena por las paredes, la escucho y dibujo una sonrisa en mi cara, recordando la tuya que por tanto tiempo tuve sobre mi cuerpo.

Abrazos fríos inexistentes. Tus palabras juguetonas y tu risa sincera diciendo mentiras ilustradas con ilusiones y de nuevo sueño con estar protegido y amado aunque no estés ni hayas estado. Sin embargo decido que tal vez, por una luna, pueda volver a ser ese a quién el tiempo mató, quizá tenga nuevos resultados si soy vulnerable, puede ser que mostrarme como soy ya no me haga daño.

Lluvia de recuerdos empapan la alfombra de sueños muertos y poco a poco florecen en tiempo de primavera, los pájaros cantan todas las melodías que un día supe y olvidé con sangre y caigo en la conclusión de que ya no tengo esas heridas abiertas, quiero cantarte a la distancia y recordarte como mereces, con ofrendas y perfumes, con todo lo que no tenías y todo lo que sí.

Me levanto con un impulso ciego, tomo una llave de las que boté hace algún tiempo, de las que están oxidadas por el pánico de ver ese espejo, en esa habitación cerrada y bloqueada con una placa que dice "Cuidado. Inocencias y romanticismos salvajes". No puedo evitar abrir la puerta con una esperanza de que todo esté intacto y muerto al mismo tiempo y lo que encuentro es el viejo piano que me enseñó el arrepentimiento y partituras en el suelo con sueños de una vida juntos pero lo más importante es esa fotografía de un beso de un niño y su amor. ¿Quieres que te cante una canción?

No hay comentarios:

Publicar un comentario